Imagen de la diligencia

El arte del ser diligente

por Alejandra Ordoñez

La inspiración para la escritura de mi primer post sobre el arte de ser diligente se dio en un salón de té que se encuentra en el centro de París y que hasta el momento presente me sigue gustando bastante por la atención y el cuidado que tienen en el servicio que ofrecen.

Esta salida fue suficiente para ayudarme a reflexionar sobre la diligencia y a escribir sobre mi experiencia en este día y luego desear compartirla por aquí. Al final del artículo voy a dejar el link del el sitio, en caso deseen ir y visitarlo (se los recomiendo desde mi experiencia).

Ir a este sitio me ayudó a comprender lo valioso que es cuando vas a un lugar y el servicio brindado es muy bueno, te encuentras con un lugar limpio, ordenado, lleno de detalles bonitos, que te atienden con atención, con amabilidad, cuando sabes que los productos son de buena calidad y adicional tienes ese pensamiento cuando sales del sitio de «valió la pena venir a este sitio». Es decir, te das cuenta de que no solo el sitio te gustó, sino que detrás había una persona que hizo bien su trabajo y nos brindó un buen servicio.

Este día que fui, era mi segunda vez en el lugar, esta vez tuve que esperar unos minutos a que estuviese disponible una mesa. La chica era la misma persona que estaba el primer día que fui, pero no le di mucha importancia a eso porque aunque la primera vez me gustó, sé que ese día podría cambiar mi opinión o ser diferente (aunque algo dentro de mí me decía que se iba a repetir la buena experiencia que ya había tenido). Mi sorpresa fue que la chica nos notificó que no había mesas disponibles pero podíamos, en caso quisiéramos, esperar o ella nos habilitaba un espacio en la barra.

En nuestro caso decidimos esperar que se liberara una mesa, mientras esto sucedía ella nos preguntó si conocíamos el concepto del lugar y nuestra respuesta fue que sí lo conocíamos, igual ella nos presentó los nuevos tés y nos indicó qué había ese día como postres. Pedimos nuestros tés y veía como ella los iba preparando, así como el detalle y el cuidado con que los iba haciendo, lo mismo iba haciendo con los demás clientes que llegaban.

Se puede pensar fácilmente, «ese es su trabajo», y sí claro que es su trabajo, pero mi punto es lo bien que lo está haciendo, cuántas veces vamos a un determinado sitio y nos encontramos con personas que aunque ese es su trabajo y lo han elegido, terminan haciendo un trabajo de mala manera y no tomando atención al servicio que ofrecen al cliente.

Este día hacía una pequeña reflexión y pensaba que es muy valioso cuando colocamos nuestra atención en el momento presente (en el aquí y en el ahora), esto nos ayuda a vivir mejor y hacernos constantemente preguntas sobre lo que nos pasa o sobre las diferentes experiencias que estamos viviendo/teniendo, y/o a cuestionar nuestras formas de actuar, pensar y en fin de vivir. Por ejemplo si este día no hubiese estado atenta a todo lo vivido, posiblemente no hubiese podido escribir estas líneas.

El matcha que me tomé ese día estaba delicioso, incluso podría decir que está dentro de la lista de los más ricos que me he tomado hasta el momento. Les comparto algunas fotos de ese día.

comida y té 1

Para entender un poco más sobre el arte del ser diligente y de la importancia de vivir mejor nuestro día a día, les compartiré antes 3 conceptos:

  1. Definición de Diligente. Del latín. dilĭgens, -entis.

    • Pronto, presto, ligero en el obrar.
    • Cuidadoso, exacto y activo.
  2. Definición de Diligencia. Del lat. diligentia.

    • f. Cuidado y actividad en ejecutar algo.
    • f. Prontitud, agilidad, prisa.
  3. « La diligencia es esa disposición para actuar el bien en cada momento y con ánimos y decisión. Ayudar a un familiar, acometer el trabajo pendiente en la oficina o la fábrica, limpiar el cuarto: son acciones concretas que surgen desde el amor »

El arte de ser diligente se va construyendo en el día a día, en el presente, es decir en el hoy que estamos viviendo podemos ir reconociendo si estamos o no siendo diligentes, si estamos o no atendiendo con cuidado, con atención lo que estamos viviendo o las actividades que debamos realizar en nuestro día a día.

Lo importante de ser personas diligentes, es que es una virtud que nos ayuda a estar atentos a nuestras acciones, a realizar un buen trabajo y a darnos cuenta si en algo estamos fallando para poder mejorar.

Yo no podría decir si la persona que nos atendió del salón de té es una persona diligente, lo que sí podría decir es que ha hecho muy bien su trabajo las veces que he ido y que el servicio que realizó fue muy bueno, que el pedido estuvo en un tiempo prudente, que atendía con amabilidad y alegría, que estuvo cuidando los detalles y la solicitud que hacía cada cliente, y sobre todo que su trabajo estaba acompañado de acciones diligentes.

Desde mi experiencia y lo que me han compartido otras personas cercanas a mí, hay un grado de satisfacción y de tranquilidad mucho mayor cuando hacemos cada una de nuestras tareas de la mejor manera y cuando vamos colocando verdadera atención en lo que hacemos, así por momentos pensemos que los demás no se dan cuenta. Eso no es lo realmente importante, lo realmente importante es hacer bien lo que debemos hacer o buscar hacerlo lo mejor posible.

Esto no excluye que haya días que puedan costar un poco más realizar nuestras actividades, pero si no hacemos nada por saber y cuestionarnos por qué nos está costando hacer algo en nuestro día seguiremos actuando de la misma manera y tendremos exactamente los mismos resultados, es decir nos quedaremos cómodamente en el mismo lugar sin buscar mejorar.

Te invito a que si has leído hasta aquí este artículo, pienses en cómo puedes mejorar esa circunstancia, actividad, situación, etc, que estés viviendo en tu vida y si no sabes como mejorar no dudes en pedir ayuda. Pero atención, no a cualquier persona sino aquella a la que tú consideres que sea prudente pedir ayuda.

Cada día de nuestra vida cuenta, porque en él se está escribiendo la historia de nuestra vida. Hagamos lo posible por no desperdiciarlo, la vida es muy valiosa.

Te dejo por último, todos los detalles del sitio como lo había indicado previamente.

Kodama París

Les comparto una frase que me encontré en su web y que me gusto mucho y que es coherente con lo que transmite el lugar y con el servicio recibido.

« Nous aimons le thé mais, par-dessus tout, nous aimons les humains »

Traducción en español: « Nosotros amamos el té pero, por encima de todo, nosotros amamos a los humanos ».

Ellos tienen dos salones de té, hasta el momento solo he visitado el Kodama Tiquetonne, les dejo las dos direcciones:

  1. 30 Rue Tiquetonne (Paris 2e).

  2. 69 boulevard Beaumarchais (Paris 3e)

Les dejo el link del lugar: Kodama Paris

Espero este articulo sea de ayuda para ti. Si te gustó, no te olvides de comentarlo o compartirlo.

Alejandra Ordoñez